sábado, 27 de enero de 2007

CRÍTICA

BLOOD DIAMOND








Después del éxito comercial de su anterior película “the last samurai” el director Edgard Zwick presenta ahora una película de contenido político para azotar las conciencias americanas. El tráfico de diamantes y las consecuencias que ello conlleva a los paises poseedores de este mineral, son el punto fundamental de la película. Si bien este tipo de películas, en Europa se plantean de forma diferente, en Hollywood no suelen mojarse a la hora de atacar directamente a un negocio tan lucrativo para ellos, don de muchas de las aspiraciones de una gran cantidad de mujeres es que su pretendiente se declare regalándoles un precioso diamante. Por eso es de agradecer este tipo de películas que denuncian, aunque de forma muy light, este tipo de negocios.

En lo estrictamente cinematográfico diré que Zwick rueda muy bien, siempre lo ha hecho, pero apenas sin personalidad y tratándose de un film-denuncia se echa en falta más garra y más mala leche en la dirección. Apoyado por unos medios técnicos excelentes, entre los que cabe destacar un montaje trepidante en las escenas de acción, una fotografía, que sin ser sobresaliente, recoge muy bien el color de África.

La película carece de un guión a la altura, por lo que en ocasiones da la sensación que nos muestran una y otra vez la misma escena, dejando un poco a la película en una espiral, que parece no tener fin.

Lo que le salva son las interpretaciones de su reparto, con una Jenniffer Connelly cada día más guapa, y sobre todo con dos grandes actores Djimon Houson, que da vida a un padre que verá como la guerra y el descubrimiento de un diamante convierte su existencia en una pesadilla, y el gran Leonardo Dicaprio, cada día mejor actor, que explora todo su cinismo, al interpretar de forma magistral a un vulgar traficante de diamantes, que sólo piensa en una cosa, él mismo. Atención al acento que muestra en la película, muy trabajado y que le ha reportado una merecida candidatura al Oscar.

Lo mejor: Leonardo Dicaprio y la necesaria denuncia contenida.

Lo peor: el guión y la falta de garra del director.

La escena: la primera en que aparece Leo y cuando recoge la tierra con su mano.





1 comentario:

David Vega de Navacerrada dijo...

vndavid@gmail.comA mí me gustó aunque reconozco qyue es cine menor, y que otro director cn otro guion la hubiera hecho menos "mala". La salvan DiCaprio, hay q verla en V.O, su acento es del copón, que actorazo, y para mí sobre todo Djimon Hounsou, yo le daba el Oscar, está genial haciendo de paleto aldeano.